
Después de comer, fue el turno de la clase de golf, que hizo disfrutar a los más pequeños. También hubo ocasión de visionar una película en la sala Izkialde antes de regresar a casa. Ha sido un placer recibir a HIRUKIDE en Izkialde y hacemos extensiva la invitación a cualquier colectivo interesado en sintetizar deporte y naturaleza en nuestro inigualable entorno natural.
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